miércoles, 23 de enero de 2008

Revelación

GUERRA DE LAS RECETAS Edición del Domingo 18.05.2003 - Clarín
Una pelea entre dos cocineras llegó hasta la Corte Suprema

Una chef acusó a la otra de haberla plagiado. La respuesta fue una demanda por difamación. La discusión lleva diez años. Hubo tantas apelaciones que tuvo que intervenir el máximo Tribunal.


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Pablo Abiad
Una salada discusión por la propiedad intelectual de 34 recetas light llegó a la mismísima Corte Suprema de Justicia. Dos famosas cocineras están furiosamente enfrentadas desde hace diez años en una pelea que incluye dos juicios, acusaciones cruzadas y una ácida polémica en el mundillo culinario. Chela Amato Negri —autora de numerosos libros sobre gastronomía— le imputa a Ketty de Pirolo —protagonista de varios ciclos televisivos— haberle copiado la fórmula de un paté bicolor y otras delicias bajas calorías; Pirolo, a su vez, sostiene que su rival la difamó y le demanda una indemnización.

La guerra de las recetas empezó a fines de 1993, cuando Ketty lanzó su libro Cocina Light, editado por Ateneo. Chela se indignó: enseguida mandó a publicar en los diarios una solicitada asegurando que buena parte de esa obra estaba hecha sobre el curso Nueva cocina dietética, que ella misma venía dando desde 1981 en la Asociación Gordos Anónimos. Con el fracaso de las negociaciones preliminares entre las dos chef, sobrevino el primer juicio: Amato Negri denunció a su colega por plagio, delito que se castiga con penas de entre un mes y seis años de prisión.

Sin embargo, en 1997 el juez de Instrucción Roberto Ponce entendió que no había ocurrido nada ilícito. Y para agregarle a la controversia el aderezo que le faltaba, Pirolo contraatacó con una demanda civil: le reclamó a Amato Negri más de 10 mil pesos como compensación por el daño moral supuestamente provocado por lo que definió como "manifestaciones injuriosas y calumniantes".

El caso le tocó a la jueza Inés Weimberg, que en 1999 rechazó la petición. A los seis meses, la Sala F de la Cámara de Apelaciones —Elena Highton, Eduardo Zannoni y Fernando Posse Saguier— confirmó ese criterio. Pero el 25 de marzo pasado, el máximo tribunal del país calificó de arbitraria esa sentencia y, a pedido de Pirolo, ordenó que se dicte otra nueva. Ketty tiene un hijo, Miguel Angel, que es juez de primera instancia en lo laboral.

Las dos ecónomas eran buenas compañeras hasta que salió a la venta el libro que las convirtió en rivales; ahora no se prestarían ni una cucharadita de azúcar. Catalina Georgitsis de Pirolo alcanzó a trabajar en Buenas tardes mucho gusto, con la célebre doña Petrona de Gandulfo, y es autora de clásicos como El freezer, usted y yo, Decoremos con Ketty y Fiambres y algo más. María Palmira Amato Negri también tiene su trayectoria en la cocina: participó en programas del canal Utilísima y firmó otros tantos títulos fundamentales sobre el arte de la sana nutrición.

Normalmente, la Corte Suprema interviene en asuntos muy específicos; por ejemplo, cuando en un proceso está en juego la interpretación de un tratado internacional al que la Argentina adhirió. Es lo que sucedió en "Ketty vs. Chela": más allá de la guerra de las recetas, la mayoría de los ministros del Alto Tribunal —Eduardo Moliné O'Connor, Carlos Fayt, Antonio Boggiano, Guillermo López y Adolfo Vázquez— entendió que el debate radicaba en los alcances de una convención sobre derechos de autor; Julio Nazareno, Enrique Petracchi y Juan Carlos Maqueda votaron en disidencia; Augusto Belluscio no votó.

La denuncia de Amato Negri, causa penal número 26.826/1995, fue incorporada al expediente civil 33.466/1996. Chela insiste ahí en que en Cocina Light Pirolo le copió el secreto de sus exquisitos matambritos dietéticos, de un no menos sabroso budín helado de cerezas y de una tarta a la naranja, todo de bajas calorías. Las 34 recetas en disputa aparecían en la primera edición del libro, pero fueron velozmente retiradas en la segunda.

Dijo Chela en el juicio: "En los largos años de ejercicio de la profesión he logrado imponer una serie de recetas de mi exclusiva autoría con caracteres y requisitos propios y distintos de todos los demás". Las obras supuestamente plagiadas también las había ofrecido en un apetecible seminario sobre Cocina internacional, Buffet froid y repostería.

Le respondió Ketty: "Lo que pasa es que a veces estoy en un cine, en una peluquería o en la calle y me pasan recetas... Hay mujeres que me reconocen, se me acercan y me las comentan verbalmente. Yo no pregunto de dónde las sacan". La explicación la formuló bajo el título "Modo a través del cual se transmite el conocimiento del arte culinario", en un extensísimo escrito que presentó en Tribunales.

Amato Negri declaró que Georgitsis de Pirolo primero le pidió 8 mil pesos de indemnización, mediante una carta documento. Después subió a 50 mil. Y finalmente la demandó por exactamente 10.160. "Lesionó mi prestigio y mi honor. Me provocó una gran pérdida de tiempo y disgusto. Me hizo tener que salir a explicar todo esto ante los medios", enumeró.

Para la Cámara Civil, nada de esto fue suficiente para demostrar que se hubiera producido algún tipo de daño moral. Por el contrario, según el dictamen del procurador general Nicolás Becerra al que adhirió la Corte, los camaristas insinuaron que Chela tenía razón; que era ella la verdadera dueña de la tarta rociada con vegetales, los zapallitos para bajar de peso y demás.

Y cuando parecía que Amato Negri iba en camino de ganar la guerra de las recetas, el Alto Tribunal descalificó lo resuelto por la Sala F y mandó a que se dicte un nuevo fallo. La misma sala de la Cámara tiene que decidir en los próximos meses a quién le corresponde el último bocado.

1 comentario:

Unknown dijo...

Chela Amato Negri no existís! quien te conoce?
los matambritos dietéticos, el budín helado de cerezas y la tarta a la naranja, todo de bajas calorías no sólo fueron inventos de Ketty, sino que fueron inspiración divina susurrada entre sueños por alguna musa desvelada (ejem....)